Domingos de circo en el Picasso
Pablo Picasso, con su gran vitalidad, se sintió poderosamente atraído por el circo, un espectáculo de raíz solar en el que fuerza, alegría, destreza, dinamismo, color y música se combinan para ofrecer instantes de belleza y emoción que entran por los sentidos y dejan huellas profundas en el alma. Reflejada magistralmente a lo largo de su dilatada carrera pictórica, la afición de Picasso por el circo comienza en Barcelona, donde frecuenta el Tívoli de la calle Caspe y el Alegría de la plaza de Catalunya, y sigue en París como asiduo espectador del Medrano, un nido vanguardista donde traba amistad con los payasos Grock y Seiffert, entre otros.
El ciclo “Domingos de circo en el Picasso” ofrece una selección de espectáculos de gran calidad en los que las técnicas tradicionales se enlazan armónicamente con la mirada contemporánea de jóvenes creadores procedentes de Cataluña, Gran Bretaña, Italia, Francia, Suecia y Dinamarca.
